lunes, 30 de noviembre de 2009

Más anécdotas en la carretera

Otra vez a lomos de Linda salimos de Puno.
Las malditas vías del tren que hay que saltar literalmente me dieron un susto que casi me llevan al suelo. Maldita sea!

Continua la carretera bordeando el Titicaca. Puedo comprobar in situ lo que ya en la ciudad de Puno me habían comentado, el lago se está secando... El nivel de agua ha bajado metro y medio, dejando terreno super fertil en los margenes y los campesinos lo aprovechan para sembrar.
Un lago contaminado donde se cultivan verduras... madre mía, como nos estamos cargando la vida!!!

Fotos y mas fotos acompañan el traqueteo de Linda. No hay nubes, perfecto!!!! (Iluso)





El asfalto terrible, unos agujeros impresionantes, pero Linda se manejaba como gato panza arriba. No hay problema....

De pronto, un ruido impresionante de la parte de atras de Linda, detengo inmediatamente y me voy al margen... qué habrá ocurrido, por favor, no más, que habrá ocurrido... miercoles!!!!

Me bajo temblando, temiendo una rotura importante. Observo a Linda, no veo nada extraño por el motor, la rueda trasera.. wow... que tiene entre los radios de la rueda trasera? La pieza que había fabricado en Canarias, en el taller de mi amigo Fernando, para evitar las gotas de aceite que lanza la cadena, en un agujero tan grande al saltar Linda se había flexionado hacia la rueda y los radios la habían arrancado del cubrecadena.

Manos a la obra, desmonto las maletas, el asiento, quito la herramienta y en eso llega mi amigo "Francisco"... un vecino de por allí que apareció de la nada con una bicicleta. Se dirigía al pueblo a por gasolina. Siete hijos y siente nietos.. casi nada!!! jajajajaj

Francisco me enredaba, todo lo tocaba, siempre haciendo comentarios, me volvía la cabeza loca, no me dejaba pensar pero al final me hacía compañía. Me preocupaba que todo lo tocaba y lo quería coger, temía que a alguna herramienta le "salieran patas" y desapareciera.. jajajja

Listo, la pieza quedó destrozada, asi que la desmonté, el cubrecadenas en su sitio y ahora vuelta a "organizar" a Linda con sus maletas.

Se me ocurrió darle una propina a Francisco por su "ayuda". Se subió a la bicicleta y se fue dejándome allí con todo revuelto. Eso me pasa por pagar antes de tiempo... jajjajajaj






Las nubes.. ay las nubes!!!! Negro, todo muy negro... tercer día consecutivo que lloverá.
Casi sin darme cuenta llego a la ultima ciudad peruana, Yunguyo, y así a la frontera Perú-Bolivia.

Curiosamente allí me encontré con otros dos motoristas, una pareja, cada uno en una moto. Ingleses que venían bajando desde Alaska y yo en la ruta contraria.

Les ayudé con el trámite de aduanas por cuestión de idioma y nos despedimos en la ciudad de Copacabana donde se quedaron. Mi meta para ese día era La Paz.



Que linda gente son los peruanos. Donde quiera saltaban los amigos. Aquí con el jefe de aduanas, un buen protagonista para una foto. Muchas gracias!




Otra vez en solitario camino de la gran ciudad. Mis ruedas volvían a pisar terreno boliviano.
La gasolina ya estaba haciendo estragos. Entre la altura, la falta de oxígeno, la gasolina con 85 octanos y plomo hasta las orejas.. de milagro andaba el motor de Linda. Que suerte haberle quitado el catalizador antes de comentar el viaje...

Hacía 9 años había cruzado esa carretera, la recordaba llena de curvas y tierra. Sorpresa la mía al comprobar un perfecto asfalto y muchas menos curvas. Wow.. feliz!

De pronto llego a la orilla del Titicaca. Allí tocaba cruzar en las barcazas que tienen para ese propósito. Increible que no se hundan. De poco calado, cuadradas y con motores fuera borda de 40 caballos!!!! Buses, camiones.. todo cruza por alli. La travesía dura apenas 20 minutos, pero más de una oración se escapa pidiendo que no se hunda.. jajajaj








Ay mi Linda, dónde te han metido!!!!

Mira Charlie el suelo de la barcaza. Se veía el agua!!!!