martes, 26 de mayo de 2009

Otro Dios: "Atacama"!

Me encuentro frente a una computadora en algún hotel del camino. No encuentro la comodidad en este asiento, y no porque sea un asiento incómodo, sino porque las horas que llevo sentado en Linda hacen que mi "trasero" esté delicado.. jajajaj
Hoy pasé calor. Eso no es nuevo, verdad Charlie?. Pero hoy fue un calor descomunal.
Voy de desierto en desierto, ya en mi tierra he estado muchas veces en medio de un desierto de agua, el Oceano Atlántico, luego aquí en Latinoamérica el desierto de sal en Salinas Grandes, ahora un desierto de arena, el desierto de Atacama. Qué más me tendrá reservado el destino?

Pronunciar su nombre ya impone muchísimo respeto. Hablamos de El Desierto de Atacama.
Ya Carlos Sáenz, nuestro bicampeón mundial de rallies decía que no se lo había imaginado tan duro.
El frio en las noches es insoportable y el calor en el día insufrible. Deja muy poco espacio para recorrerlo, así que dejémonos de contemplativas y vamos a la ruta que para eso estamos aquí.

En el primer kilómetro alejándonos de San Pedro ya estamos en medio de ese gigante.
Los paisajes son desoladores, inmensos, las formaciones rocosas erosionadas por las inclemencias de las variaciones térmicas. Sus colores marrón, gris y crema, difuminados sobre las llanuras lo hacen realmente bello.
Gentes que lo han cruzado me hablaban de rutina, de cansancio por ver siempre lo mismo... yo les contesto que no supieron apreciarlo, que no supieron disfrutarlo. Atacama es un gigante para disfrutar y respetar. Creo que la inmensidad es tan grande que no hubo un minuto que no me causara asombro.
Me atrevo a compararlo con el mar, con mucha cautela. Es inmenso, bello y peligroso. Un enemigo que mejor tenerlo de nuestra parte.
Su silencio impresiona y su tamaño te deja desconcertado. No puedo olvidar en la carretera un cartelito que decía "Llanura de la paciencia"...
Charlie, no puedo evitarlo, Atacama me gusta!







Mi gran amigo Miguel de Jujuy me recomendó que hiciera la ruta costeando Chile, pero el tiempo se me echaba encima y no me quedaba para rutas turísticas. Así que apliqué la teoría que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta y así hice. Atravesé el desierto por el medio. (Ojo, por carreteras asfaltadas).
Entre que me retracé en la salida de San Pedro, y que en la ruta me encontre con un brasileño un poco desorientado, el tiempo se me paso volando.
Muy poco tráfico, algún camión y muy pocos autos eran mi compañía. Todos me miraban como sorprendidos de un tipo con una moto de patente extranjera y abrigado hasta el cuello.
Intenté subir la pantalla del casco y el frontal, el calor directo no me dejaba respirar. Abrí la cazadora para que me entrara aire, peor que peor. No había forma. Así que abrigado hasta el cuello y a pleno sol. Ahora tocaba ejercitar la mente para olvidar el agobio de tanto calor. Muchas veces estuve tentado a quitarme la cazadora pero el pensar en una posible caida y lastimarme me hacía olvidar la idea. Continuemos....
(Lo estoy contando y ahora en camiseta, y recien duchado, me está entrando calor de recordarlo...)

Tenía una parada obligada en Iquique, con el amigo Marcelo de Chile, pero el retrazo que acumulaba era tal que no pudo ser. Llegaba al desvío hacia esa ciudad casi a las 5 de la tarde y el sol se iba a las 6:30pm según los lugareños. Me quedaban más de 250km aún por recorrer y evitaba la noche por mi seguridad. Así que continué la ruta hasta Arica. Lo siento Marcelo, me hubiera encantado haber compartido contigo un buen rato y un buen asado.

También en Chile el gran enemigo para las motos en viaje es la gasolina!!!!! Es que en esta parte del mundo no nos tienen en consideración a los motoristas.

En una de las ocaciones me tuve que desviar de la ruta, ir a un pueblecito y preguntar por gasolina. Allí había una pequeña tienda de mostrador y estanterias de madera, muy antiguo todo. El stock de comestibles era mínimo y me di cuenta que sobre la mesa estaba un cuaderno donde el señor iba anotando las deudas de sus cientas. Esto sólo lo había visto en las películas antiguas....
Cuando pregunto por gasolina me indica que si la vende pero en garrafas de 5 litros y el precio es de DOS DOLARES por litro!!!!!! Sinverguenza!!!!!!!

Aquí tenemos la foto del estafador sonriendo después de robarme 10 dólares por 5 litros!!!!



Continuemos y olvidemos este capítulo porque me pongo de mal humor....














Continuemos la ruta. La temperatura que allí se respiraban eran 38º y 20% de humedad. Realmente insoportable. Curiosamente tenía que mantener cruceros de 110km/h para que Linda no se recalentara. Era la velocidad ideal para airearse y no ir muy forzada. Aún con ese cuidado, Linda iba muy alta de temperatura. Si me ponía a 80km/h se calentaba por poco aire que le entraba, si me ponía a 140km/h se calentaba por demasiado esfuerzo.
Cruzamos dos puertos de montaña, no muy altos pero muy peligrosos ya que no existe barreras de protección y el mínimo error te vas al precipicio. Curioso es subir puertos de montañas de dunas gigantes... Sigo sin salir del asombro!!!
Los camiones van lentísimos, echando una nube de humo negro irrespirable. Por suerte Linda no flaqueaba y los adelantamientos eran rápidos.
Los chilenos manejan mas o menos igual a los argentinos. No son el "wow" del mundo, pero tampoco muy peligrosos. Prospera la ley del mas fuerte en los cruces y los adelantamientos no te los facilitan. Aparte de eso, ningún susto.
Las carreteras generalmente en buenas condiciones, pero hay que tener en cuenta que sólo recorrí la cuarta parte de ese larguísimo país.
En mi vida de motorista me han ocurrido muchas cosas, por ejemplo mucha gente cuando los adelanto se pican: motos, autos, incluso todo terrenos. Lo que nunca me había ocurrido es que se picara un autobús!!!!!! Si, si, has leido bien. Lo adelanté a unos 120km/h y cuando lo adelanté me pitó, cosa que me sorprendió. Supuse que era para saludarme como muchos camioneros....
Continué a mi marcha y cuando veo por los espejos retrovisores tenía el frontal del autobus a pocos metros de Linda. Inmediatamente me adelantó. Las turbulencias me estremecieron hasta el alma y lo dejé marchar. Pronto llegaría una subida y Linda lo alcanzó sin problemas. Volví a adelantarlo y seguí sin darle la mínima importancia. Pocos kilómetros más adelante me volvió a adelantar. Me percaté que iba vacío de pasajeros. Esto comenzó a ser extraño. Por que corría tanto? Bajando un puerto de montaña intenté adelantarlo en dos ocaciones y fue imposible. Llegaba el bus a las curvas casi derrapando!!!! Está loco, pensé. Lo dejé marchar varias veces pero siempre lo alcanzaba en las subidas. No estaba comodo porque no sabía si era un simple pique o habían malas intensiones de por medio. "Linda, nos vamos!!!!". Más de 150km/h, varias curvas a tope y en un rato ya no amenazaba mis espejos retrovisores. Unos kilómetros más adelante me detuve a sacar algunas fotos y me adelantó saludándome. No volví a saber de él.



El último tramo de este desierto hasta la ciudad de Arica es de película. Son mas de 250km y ni una sola gasolinera. Por suerte me dio por parar en la última gasolinera y pregunté que dónde estaba la siguiente y me dijeron que ya en Arica. No podía creerlo, llegaría casi con la reserva.
Sería un buen negocio poner una gasolinera en esa ruta. Anótalo Charlie!
Allí me dio el viento, y un viento duro, pero un viento transitable, no la locura que había en La Patagonia. Hice como 100km donde la arena se arrastraba por la carretera debido al viento. En las curvas había que tener mucha cautela pero el resto fue un trayecto tranquilo. Ya Arica era la última ciudad de Chile antes de cruzar la frontera. Allí pasé la noche...
En el hotel El Paso Park de Arica me encontré con una empresa chilena de aventuras en moto, "Moto Aventura". Con ellos compartí la noche hablando de lo que mas nos gusta. Viajar!!!
Un día más en nuestras vidas, un montón de nuevas aventuras que contar y un nuevo puñado de amigos para siempre... Hasta mañana!