Primeros kilometros por territorio del estado de Alaska.
Bello, sin ninguna duda unos parajes espectaculares...
El asfalto en mejor estado ya que los ultimos 200 km del Yukon canadiense estaba pesimo.
Las señales de trafico, los límites de velocidad, nos recordaban que se utilizan millas en lugar de kilómetros.
La temperatura excelente, siempre marcando más de 15 grados centígrados, aunque allí se usan grados farenhei.
Ufff, tantas emociones, tanto nerviosismo... Me estoy haciendo ¨pipi¨y ni me detengo.. jajajaj
La meta del dia es la ciudad de Fairbank, la ciudad más importante de Alaska en la parte norte. Seria la penúltima etapa de la etapa... y del viaje!
Recordando viejas anécdotas del viaje, sin darme cuenta estoy en una recta interminable. Cuántos kilómetros llevaré y cuantos me quedarán sin tomar una sola curva???? Miro el GPS y una vez mas me sorprende... son más de 70km de recta.
El paisaje sigue siento el mismo... llanuras de árboles donde el verde se va difuminando con los tonos amarillos, naranjas y rojos de las hojas a la llegada del otoño. Una vez más me siento afortunado por cruzar ese estado en esta epoca.
Cielo totalmente despejado me regala unas vistas espectaculares al mismo tiempo que me da la tranquilidad de poder ir más despacio para llegar a la ciudad marcada.
De vez en cuando se me escapa un ¨grito de guerra¨ en el camion.. jajajaj estoy ¨refeliz¨como dicen mis amigos argentinos, aunque en mi interior, en mi alma no dejo de recordar que Linda va detrás, en el cajón, y no rodando como tanto ella como yo hubieramos querido.
El GPS marca perfectamente y pronto nos encontramos entrando a Fairbank. Preciosa ciudad, moderna, con construciones individuales, muchos parques y mucha proteccion de la naturaleza.... Me gusta!
Un hotel y un paseo por la ciudad.... apenas llevo una chaqueta puesta, no hace falta nada más. La temperatura super agradable.
La noche nos sorprende y toca descansar...
La ciudad de Fairbank se encuentra rodeada por un rio el cual han combinado con la vida urbana y desde luego es una belleza.
Desde muy temprano en la mañana, muchas personas hacen deporte por sus márgenes, otros practican remo con sus piraguas y otros simplemente se echan en el cesped a descansar... Me sorprende como disfrutan de esa tranquilidad....
Otra curiosidad que llama mi atención son las clavijas que cuelgan con un trozo de cable desde el frente de todos los autos. Se utiliza para conectarla a la red electrica y calentar los motores en invierno, así se facilita el arranque y se evita que rompa algun manguito del motor....
Eso nos pone en aviso del tremendo frío que debe haber allí en invierno aunque sinceramente desde que entre a Canada no he tenido ni un solo día destacable por bajas temperaturas.
Las construcciones son preciosas, siempre en madera y con tejados inclinados para que la nieve no se acumule.
Hago cientos de fotos por la ciudad... es muy acogedora!
Curiosamente, lo que se llama "Down town" en la parte Este de USA, allí en el Oeste se llama "Center City". A estos gringos no hay quien los entienda.. jajajaja
Desayunando en algún lindo café del Center City, unas señoras mayores se interesan por mi acento y cuando les cuento de mi país, del viaje, de la moto, se vienen a mi mesa... y al final me metieron en una tertulia de viejecitas alaskeñas.. jajajjaja Charlie, tenias que verme!!!!!
Otra vez el acento del inglés gringo... con lo bien que me entendía yo en Canadá.... Cómo los voy a extrañar....
Estoy tan feliz con el viaje, con mi meta, con el sueño hecho realidad que a todo el que me tropiezo se lo cuento.... Así poco a poco voy haciendo conocidos que cuando se cruzan en la calle me saludan... Me siento muy agusto, quizás como no me habia sentido en las últimas semanas...
Paseando por uno de los innumerables parques de aquella ciudad, vi esta puerta de entrada que me llamó mucho la atención. Esta decorada con cornamentas de verdad de ciervos y alces cazados en los alrededores.
Un día de descanso en la ciudad de Fairbank. Un puñado de nuevos conocidos en el viaje, y un lugar para volver a visitar....
Lindo ya estaba con sus cuatro ruedas en ese último estado americano, Linda, por su parte, también con sus dos ruedas. Y un soñador alvolante que no hacía mas que disfrutar los últimos kilómetros de ese gran viaje...
