Allí, en ese puente que divide los dos países, disfrutamos de un verdadero espectaculo que por el momento dejaré sin comentar ya que tengo un vídeo que espero tener la oportunidad de subir al blog en algún momento.
Jornada de unos 500km donde sufro mucho. No se si fue el tiempo que llevo sin andar en moto (desde Julio), la falta de forma física ya que no he tenido tiempo los últimos meses de ir al gym, o que el día me vino mal. La verdad que los primeros 137km fueron terribles, llegue a pensar que no podría terminar la ruta marcada.
No lograba relajarme, menos concentrarme. No dejaba de mirar los kilómetros en el cuenta kilómetros de Linda. Parecían no avanzar.
Difícilmente superaba los 100km hora. Para que te hagas una idea Charlie, era una etapa para cinco horas y tardé siete.
En la frontera me ocurrió una curiosa y agradable sorpresa, allí me volví a encontrar con Manuel, él me reconoció y me volvió a acompañar con los trámites de documentación para cruzar. Es todo un personaje pero hay que tener mucho cuidado que no te desaparezcan las cosas... Manuel a su edad, corre muchísimo!!!
El desierto fue una vez más mi compañero de ruta. Creo que él y yo tenemos algo en común: disfrutamos la soledad.
Esta vez si me detuve en la vía varias veces, aún corriendo el riesgo de que me atracaran. Esta vez me detuve para descansar.
En una gasolinera me tome una gaseosa con mucha azucar y unas galletas, eso me dio la suficiente energía para terminar la etapa sin incidentes.
Estoy convencido que hay días que uno no debería rodar, y hoy es uno de esos días.
La temperatura marcaba 36 grados con 34% de humedad, imagínate!!!
En la cena me dolían los brazos... me estaré volviendo viejo?? JAJAJAJ
Espero mañana poder realizar una jornada más agradable...
Hasta mañana.
