lunes, 18 de mayo de 2009

El techo del mundo en Los Andes...

Hablar de Jujuy y no describir sus paisajes, sus colores, su desierto seria imposible.
Es la principal característica de esa ciudad rodeada de paisajes desérticos.
Miguel llevaba varios días preparándome para esta etapa. Sería la mas dura del viaje. Desde el primer email me envió un documento sobre como prevenir el "soroche" o mal de altura. Que qué es eso? Mejor no lo pruebes... jajajajaj
Cuando subes a gran altitud, por haber menos presión atmosférica, el aire es menos denso con lo que contiene menos oxígeno. Así que las personas que estamos acostumbrados a vivir a poca altitud nos sentimos muy mal cuando ascendemos rápidamente. Náuseas, malestar, dolor tremendo de cabeza, cansancio, son los principales síntomas. Solución? llevar una botella de oxígeno!!!! Las dos veces que he estado en el lago Titicaca, he teminado con el mal de altura, incluso en una ocación me tuvieron que administrar oxigeno.
Pero como te decía, Miguel se encargó de prepararme para el ascenso.. porque éste si iba a ser un buen ascenso... el ascenso de "la madre que lo parió"!!!!!!
Mi amigo me llevo a varias altitudes, desde los 2000 hasta los 2800. Además de todo el tiempo que estuve en Tarija a unos 2400.
Yo rezaba en silencio porque no fuera tan duro como Miguel me lo pintaba. Pero al mismo tiempo recordaba cuando Marcelo y Rubén me advertían del viento y yo no les hacía caso. Que mal lo pasé...
No queda otra, a por los 5000 metros de altitud y con Linda...
Muchos autos y motos se paran y se niegan a volver a arrancar, muchos se tienen que dar la vuelta porque no tienen fuerza para subir. Ahora era la prueba de Linda, sin ninguna duda el peor sufrimiento de esta etapa. Me quitaba el sueño, lo reconozco, sólo pensar que podía fallar me aterraba. Qué hago si Linda se rinde?. No, no puede ser, no me he portado tan mal con ella como para que me deje tirado. La he cuidado con mucho cariño, jamás he pedido más de ella que lo que ha podido darme. Los mejores aceites, el mejor servicio y siempre todo mi corazón...
Linda no me puede fallar...

Sin cenar y apenas desayunar, ya desde las 6am en la puerta del hotel cargaba a Linda. Sorprendentemente llego Miguel para darme el último abrazo y desearme suerte.

Arrancamos y nos vamos...
Desde la salida de la ciudad comienza la pendiente, no muy pronunciada pero larguisima. Cuarta y quinta velocidad, Linda "navega"sin problemas. No puedo quitar la preocupación de mi cabeza.
Paisajes extraordinarios que hacen detenerme una y otra vez. Lástima que no tenga mucho tiempo para contemplarlos. Se irán en la retina de mis ojos...










De pronto me vi envuelto en un puerto de montanna con unas curvas como no podía imaginar incluso contemplándolas en primera fila.... El gps se volvía loco, los giros eran de segunda velocidad, la pendiente super pronunciada y el altímetro pasaba los 3000 metros de altitud.
Camiones tan lentos que parecían parados y Linda se comportaba extraordinariamente. Por el momento no me sentía afectado por la altura. Intentaba auto-tranquilizarme para alejar el soroche. No creas Charlie que es fácil, pero lo conseguiremos.

WOW!!! La montanna más alta de España está en Canarias y mide 3700m. Dentro de poco estaré más arriba.

Los paisajes eran cada vez más espectaculares y las ganas por parar me seducían... una foto, dos.. tes... miles...

Pensaba en ti Charlie, en lo que te gustaría contemplar todo aquello. Eso me animaba a seguir sacando fotos.

La altitud, por el momento, seguía sin afectarme. Arriba, arriba, arriba... vamos Linda que nos queda un buen trecho aún.

El viaje no era muy largo, pero la dureza sumado al soroche lo hacían presagiar terrible.




Observa la curiosidad de esta foto: El gps de la derecha me marca 3549 metros de altitud, el gps de la izquierda me marca las "curvitas"de la subida... pues así unos 200km!!!
Temperatura 14 grados y 23% de humedad.. como se nota que estamos en el desierto...


Pudimos repostar combustible a los 4000m. Allí la gente se le nota su rostro quemado del frío invernal. Tuvimos suerte Linda y yo, hacía un dia expléndido.
Según navegaba con Linda, me sentía lento de reflejos, algo así como si estuviera borracho. Ya había pasado los 4000 y el soroche me etaba avisando con los primeros síntomas. Pensaba en el perro que me había aparecido en Uruguay y sabía que si allí me ocurriera, no iba a tener los sudicientes reflejos para evitar el accidente. Decidí bajar la velocidad a 70km/h. Así iría más tranquilo.
Para que te hagas una idea Charlie, cuando paré a poner gasolina dejé la moto donde me repostaron y entre en la cafetería. Pedí un café con leche y me fui sin pagar, tuvo que salir el señor a recordarme que no le había pagado. Cuando monté en la moto, el muchacho de la gasolinera tuvo que salir corriendo tras de mí porque también me había olvidado de pagar la gasolina.... Será que me estoy convirtiendo en un golfo o es que el soroche no me dejaba pensar??? jajjajja




Tras el ascenso, llegaron las grandes llanuras de los 4000m de altitud. Nada de viento, todo en calma y muchas rectas con ligeras subidas y bajadas.



Otra parada, no podía creer que ya estaba en los 4797 m de altitud, MIL METROS POR ARRIBA DEL TEIDE, LA MONTAÑA MAS ALTA DE ESPAÑA!!!!!

Así iba Linda equipada para ese día. Gps para la navegación, gps para la información admosférica, presión y altitud, cámara de vídeo, sistema de rastreo por satélite y termómetro con medidor de humedad.... Ni el coche fantástico "Kit" la superaba.. jajjaaj

Lo mío es la electrónica, tú que me conoces sabes lo que disfruto con los "botoncitos".
En cada etapa voy montando o desmontando accesorios a Linda según los necesite.



La altitud más alta que estuve con Linda fueron 4844 m sobre el nivel del mar.... casi nada!!!!!!

El sistema electrónico de admisión de Linda funcionó a la perfección. Pasé todas esas planicies y pequeñas pendientes en cuarta y quinta velocidad. La moto jamás hizo un amago de poca fuerza o de trabajar mal.







Así se ve el mundo desde el cielo.... Estoy feliz Charlie, muy feliz. No me importa que mi mente esté lenta, que me falten reflejos, que la falta de oxígeno no me deje pensar con claridad, está siendo la experiencia mas extraordinaria de mi vida...


















Aparentemente el "soroche" no me afectó, aparte de lentitud en reflejos. La verdad que entre los consejos de Miguel y toda mi voluntad pude alcanzar casi los 5000m de altitud sin problemas.

En el control de pasaportes de Argentina, justamente en el paso de Jama, llegó mi primer amigo de la ruta, Alvaro, un chileno muy buena gente. Sinceramente tenía miedo de los chilenos porque los únicos dos chilenos que había conocido (en España y en Buenos Aires), no se habían portado nada bien conmigo. Pero por suerte creo que esas dos personas fueron la excepción que confirma la regla, los chilenos son encantadores, muy amables y sobre todo muy serviciales.

Alvaro es otro loco solitario que andaba por caminos de enduro. Una KTM 650 equipada con un cuenta kilómetros y nada más. El alucinó con la mía, no podía creerse la información que manejaba en Linda. Curiosamente cuando las pendientes eran muy pronunciadas y exigían esfuerzo por parte de nuestras motos, veía que Alvaro tenía que bajar marchas, incluso poner segunda velocidad porque su moto no podía más. Linda, sin embargo, andaba en cuarta velocidad sin desfallecer.

Rápidamente comenzó el descenso. Setenta kilómetros con un desnivel terrible donde los camiones a durísimas penas pueden mantenerse. Está plagado de pistas de frenada de emergencia. Alvaro delante mostrándome la ruta y parándose continuamente para explicarme los lugares ya que trabaja en turismo y esta acostumbrado. La verdad que congenié muy bien con él.

Me preocupaban muchísimo los camiones en las bajadas. Tantas pistas de frenada de emergencia significaba que allí habían accidentes con estas pendientes tan pronunciadas y nosotros los motoristas somos los mas desprotegidos. En una de las ocaciones nos adelanto un trailer a toda velocidad, iba descargado y a mas de 100km/h. Mi pregunta es: que hará cuando llegue al final de la bajada? Nunca lo supe porque iba demasiado rápido, solo percibía su "perfume" de frenos que iba dejando en el camino.

Muchísimos autos oxidados y destrozados en los laterales de dicha bajada. Seguramente eran autos que perdieron los frenos y terminaron estrellados y abandonados. En una de las rectas de bajada, subía una furgoneta que dibujó una sonrisa en mis labios. Era una patente (matrícula) europea. Podía distinguir la placa blanca, números grandes negros y una banda azul con una "D" en medio. Un vehículo alemán... curiosamente llevaba un rótulo de un metro de largo por 50cm de ancho donde decía "Alemania". Casi pierdo el equilibrio en Linda por fijarme tanto en el espejo retrovisor cuando nos cruzamos... jajajajaj Allí iba un "casi" compatriota mío...

La meta de ese día, San Pedro de Atacama. Una ciudad que me había recomendado una de esas personas chilenas que conocí en Buenos Aires y que te contaba que me había decepcionado.

San Pedro es una ciudad muy chiquita, de casas muy rústicas y que vive exclusivamente del turismo. Todo son tiendecitas y oficinas para contratar excursiones turísticas. Las calles son totalmente de tierra. Si, lees bien, son de tierra con lo que podrás imaginar las tiendas de ropa los sacrificios que tienen que hacer cuando pasan los autos y levantan tremenda polvareda. Yo entiendo a los dirigente de esa ciudad que no quieran cambiarle el estilo rústico de esa ciudad, pero creo que si ponen afirmados de piedra, seguramente seguirá igual de rústico y será más ameno para pasear, ganando así interés turístico.

Todo parece bastante descuidado pero con la gente muy servicial. La verdad disfruté aquella velada en San Pedro. En la noche cené con Alvaro y sus amigos para al día siguiente volver a rodar bien de temprano.

La noche fue muy fría, el histórico del termómetro marcó -6º. A Linda le costo arrancar y eso me preocupó bastante. Hoy nos vamos a enfrentar a otro gigante. Soportamos el viento en la primera etapa, luego la altura en esta segunda y ahora nuestro enemigo será el gran desierto de Atacama... Sólo pensarlo me hace temblar, pero cruzarlo me hará soñar despierto una vez más...