lunes, 27 de abril de 2009

Uruguay....

Re-lindo, re-chico, re-maravilloso...

Un trocito del continente americano donde la gente es encantadora, los paisajes super verdes. Todo lleno de lagos, lagunas y ríos. Praderas verdes, vacas, muchas vacas, caballos y grandes plantaciones de agricultura.

Así es Uruguay...

Entrar fue cosa de película. Pero película de Oscar, no una película cualquiera... La oficina de aduanas en el puerto de entrada es un auto. Creo que tengo que repetirlo para que te lo creas: En la entrada a Uruguay, en el puerto, el tipo de aduanas, su oficina es un auto. Ahí tiene los papeles, documentos, etc para poder entrar al país.

Como siempre la conversación fue sobre la moto, el viaje, etc. Mientras hablábamos me dio los documentos para que los rellenara yo mismo, ya que según sus propias palabras "nadie mejor que tú se sabe los datos de memoria". Imagíname tumbado sobre el auto, haciendo del capot una mesa, poniendo los datos como me acordaba y aguantando al tipo preguntando por el viaje. Desde luego, lástima que no pude sacar fotos.... Solo revisó la matrícula (patente), el resto como si hubiera dicho misa!!!! A este paso me haré un experto rellenando documentos de aduanas...

El GPS funcionaba correctamente, incluso conseguí a la primera conectarlo a los auriculares del casco y al teléfono móvil. Por fin puedo hacer llamadas andando con la moto. En la etapa anterior, fue lo primero que se me averió.
Ciento cincuenta kilómetros y la primera gasolinera. Lleno a tope y cuando voy a pagar.. "miércoles, me había olvidado cambiar moneda en la salida de Buenos Aires y ahora tenía de todo menos pesos uruguayos...". Cuando voy a pagar con tarjeta me dicen que tiene que ser para compas superiores a US$50. Bueno, tenemos un problema pero la gasolina esta en la moto, es cuestion de salir pitando y listo.. jajjaj. Tras una charla de 10 minutos sobre el viaje, decide aceptarme los pesos argentinos. Gracias a Linda y su poder de seducción!!!!
Uruguay es asi... auténtico.

Escuchar el traqueteo del motor de Linda entre los bosques de eucaliptus que hay por allí y el perfume caracteristico es, sin ninguna duda, una delicia.
Una, dos, tres... docenas de fotos en el camino y el tiempo en mi reloj no se detenía.

Amigo Charly, feliz no es una palabra que defina el momento.... pero no encuentro una mejor!
Para nada me siento extrano, Uruguay siempre me brindó su simpatía y su carinno.

Hasta mannana...