miércoles, 8 de septiembre de 2010

Linda por primera vez en Alaska

Primera noche en Alaska y apenas dormí...

Estoy "tocado". Sentimientos encontrados que en parte me hacen ser la persona más feliz del mundo, pero al mismo tiempo me inundan en una tristeza enorme al terminar el viaje...

Sin mucho tiempo que perder, era el momento de una ceremonia espectacular: Sacar a Linda del camión.

Así es como llegó a Alaska mi Honda Transalp XL700.

Mi fiel y leal compañera... tuvo que llegar en un camión porque se averió y su marca no hizo absolutamente nada por repararla



No puedo decir que me siento feliz, pero al mismo tiempo pude demostrarme a mi mismo que los sueños se consiguen cumplir si se pelea por ellos. Indistintamente de todas las dificultades del camino, los sueños son alcanzables.....


En Ushuaia (Argentina) al comenzar el viaje le prometí a mi compañera que llegaríamos a Alaska y así fue. Aquí estamos los dos, un poco "achacados" de salud, pero por fin pisamos el territorio de la desconocida pero interesante Alaska.


Mejor ni pensaba mientras preparaba a Linda para la bajada.
Hasta me temblaba el pulso de la emoción...
Falló la moto, pero sobre todo, falló HONDA.

Primero Honda Tenerife (Aucasa Honda), luego Honda España (Montesa Honda), más tarde Honda Brasil y al final falló Honda Japón.


Un viaje impecable, maravilloso, un sueño hecho realidad donde un hombre y una moto se conjugaron en cumplir una meta....
Demostré ser un buen conductor para la moto, jamás nos caímos (toquemos madera) ya que lo más común es tener alguna caída durante los casi 50.000km. Todos los que fui conociendo en la ruta habían probado la dureza del suelo, por ejemplo Javier el otro español que conocí en Mexico y que rodamos varias jornadas juntos se cayo 4 veces, por suerte no lo sucedio nada malo. Uno de los brasileños con los que rodé un día llevaba una pierna vendada. Uno de los ecuatorianos de la ruta, cayó tras de mí. Dos bolivianos sufrieron accidente el día que rodamos juntos. Y así la gran mayoría de los compañeros de la ruta.
Mi querida moto, demostró ser una buena compañera que me cuido durante más de 45.000km. Frenó como nadie y me defendió con uñas y dientes en todo momento hasta que su tecnología dijo "basta ya".
Lastimosamente la moto no resultó ser la moto ideal para el viaje. La dureza del camino hizo mucho daño en mi pobre Linda.
Cuando la marca de la moto tenía que responder... ahí falló.


Mi sonrisa no es "mi sonrisa". Es simplemente una sonrisa "para la foto".
En mi interior una tristeza inmensa que intento disimular. Pero no es fácil, querido Charlie.

No entiendo y jamás podré entender...
Como una marca como Honda fabricó una moto tan delicada y le puso la denominación de "mixta, viajera, todo terreno"
Tampoco entiendo como Honda nos abandonó cuando más necesitamos de su apoyo.
Cómo pudo darnos la espalda con la publicidad gratis que le estabamos dando a su marca y a ese modelo en concreto, la Honda Transalp XL700.

Ahora Honda España me dice que se harán directamente responsables a reparar la moto cuando llegue a España. Tú te lo crees Charlie?
Yo ya no creo en promesas... solo en hechos... Veremos y lo contaremos en este blog.
Linda llegó a Alaska, tras 45.000km rodando y 3.742 en un camión, Linda alcanzó la meta conmigo.
En sus maletas las correspondientes banderas de Canadá y Alaska, que aunque no pudo rodar si los pudo recorrer...
Linda, mi gran compañera, me ayudó a cumplir mi meta....