Treinta y dos mil kilómetros sin un solo pinchazo.. demasiada suerte, no crees Charlie?
Entrando a la aduana de Guatemala, con un cielo a punto de romper a llover, me doy cuenta que Linda se mueve, la parte de atrás. Me detengo y contemplo con tristeza que la rueda trasera esta sin aire... pinchazo!
No sabía como decirselo a Fabio, él estaba tan emocionado con el viaje....
Busco una zona cubierta, por suerte habían muchas, además muy poca gente con lo que no tendré curiosos alrededor...
Desmonto maletas, saco los productos para los pinchazos y comienzo la operativa.
Medio solucionamos el problema pero el aire continúa saliéndose. Necesitamos reparar el pinchazo. O desmonto la rueda aquí o buscamos una "gomería" para que nos la reparen.
Preguntamos a la policía y nos indica que a 4 kilómetros hacia atrás hay un lugar donde reparan pinchazos. Sin pensarlo, inflé la rueda un poco más de lo normal y comencé a rodar a unos 70km/h. Fabio iba atrás pendiente de mi rueda.
Pronto dimos con el lugar y realmente ya no había aire en la rueda.. habíamos llegado justo a tiempo.
Se trataba de una pequeña carpintería donde también reparaban ruedas...
No me fío ni un pelo...
Así que no perdí detalle de toda la maniobra. Desmonté la rueda del basculante de Linda y se la entregué al muchacho. Con unos desmontables como los que él tenía, cualquiera se atrevía a repararla. Eran de casi 1 metro de largo!!!!
La verdad que el muchacho trabajaba bien y con cuidado, quizás porque le observaba con detalle o quizás porque era buen "gomero".