El tandem Fabio-José funcionó a la perfección. Tanto que me confiesa mi amigo que deseaba seguir el viaje conmigo hasta la frontera con USA, pero que lástimosamente no tiene vacaciones.
Dándole vueltas a la cabeza se nos ocurrió regresar a Honduras, dejar a Linda en casa de mi amigo y volver dentro de mes y medio para terminar el recorrido. Sinceramente me da igual, ya me encontraba a 3 días de mi destino final. Dentro de los miles de kilómetros que he hecho, regresar 700km hacia atrás no suponía mucho esfuerzo.
Dicho y hecho, temprano en la mañana salíamos de la isla de Flores con destino San Pedro Sula en Honduras.
Viajar con Fabio es muy cómodo. Es todo un piloto experimentado, mucho más en tierra que en asfalto, pero igualmente controla muchísimo.
Cuando se tienen en las espaldas los kilómetros que yo tengo, se sabe perfectamente en pocos minutos cuando un piloto es bueno o no sobre una moto. En las pocas jornadas que he rodado con otros motoristas, siempre he tenido que estar pendiente, preocupado por el resto. Caídas, sustos, incluso pérdidas. Con Fabio no existía ese problema. Cuando aparecía un agujero en la carretera, un rebaño de ovejas, un trozo de tierra, un frenazo inesperado, etc. sabía perfectamente que Fabio lo pasaría sin ningún problema, igualmente él confiaba en mí. Problemas los puede tener hasta el más experto motorista, eso está claro, pero con un poco más de veteranía se pueden evitar muchos sustos.
Los kilómetros avanzan y rodamos muy bien. Las nubes amenazan lluvia pero por el momento hemos tenido suerte que no ha caido ni una gota.
La frontera fue en principio fácil cruzarla. Ya sabía perfectamente con los elementos que me iba a encontrar y apliqué los dos únicos secretos: Paciencia y paga!!!
De pronto un "bicho raro" en la carretera. Nos paramos y es un búfalo indio tirando de una carreta cargada de tierra. El gobierno hondureño hizo una importación de estos animales porque son muy buenos para el trabajo.
No pude resistir la tentación de fotografiar a tan "lindo" animalito.... jeje