Con tantas prisas en el regreso a casa, tantos inconvenientes y dificultades, fue imposible dejar a mi gran compañera de viajes en perfectas condiciones, imposible llevarla a la "peluquería".
Así pues, con todo el barro del camino de Santa Cruz a Cochabamba la tuve que dejar.
Hoy recibí unas fotos que me llegaron al corazón, me lo envió mi amigo Willy desde Cochabamba.
Habia lavado a Linda y la dejó reluciente...
Wow... me dejo sin palabras...
Jamás sabré como pagar tantas atenciones que tienes conmigo... Muchísimas gracias!!!