La salida desde el hotel de Ushuaia
En el ripio de Chile, solo, cansado, feliz...
Llegada al hotel de Buenos Aires.
Cansado, orgulloso, dolorido pero re-feliz!!!
Como decimos por aquí, "esto es todo amigos"!
Terminó la primera etapa, 6000 maravillosos kilómetros donde no hubo tiempo para aburrirse.
Cada día que me subí a la moto, sabía que en el asiento de atras los llevaba a todos ustedes, a mi familia, un montón de amigos y de desconocidos que se habían agregado en la ruta.
He intentado hacerles llegar mi viaje con colores y olores tal y como yo lo sentí. Luché por contagiarles la emoción, las alegrías y miedos que tuve en el camino. Repartí toda mi energía y pasión para hacerles disfrutar desde el primer al último segundo. Si lo conseguí me siento afortunado, si no lo conseguí prometo mejorar para la siguiente etapa. Ahora me retiro por un tiempo, unos dos meses, hasta volver a montar a Linda para seguir uniendo el sur con el norte con las ruedas de mi moto....
Tengo que recuperar mi brazo izquierdo, las carreteras que me esperan en Bolivia exigirán mi 100% sin ninguna duda. Debo descansar y organizar las rutas, las etapas, hoteles, gasolineras, lugares a visitar y lugares a evitar. El desierto de Atacama me espera con sus vientos y no perdonará errores. El "soroche" o mal de la altura me está acechando y estoy seguro lo sufriré un buen tiempo. La tentación de las playas de Punta del Este serán el despertar de un buen trayecto. Desayunar, almorzar y cenar en portugués es, sin ninguna duda, unos de los atractivos de Brasil. Recorrer las cataratas en la ciudad de las tres fronteras es una de las maravillas del mundo. El caos de Ciudad del Este y Asunción otro enemigo a batir...
Unos nueve mil kilómetros para la segunda etapa. No está nada mal para un "español de Canarias"!!!!
Confíen en mí, volveré.
