viernes, 8 de agosto de 2008

Primer viaje de prueba: Portugal






Cruzar el Atlántico así como así, y con la moto si probar como que no me atraía mucho....
Solución: reunir a dos amigos más e irnos de vacaciones con las motos.
Dicho y hecho; Fernando, Miguel y el que escribe. Tres amigos con moto y con ganas.
Después de barajar docenas de destinos, decidimos Portugal.
Naviera Armas puso una línea nueva desde Canarias a Portimao (Sur de Portugal)
El trato extraordinario, de verdad te lo digo, extraordinario.
Desde los camareros hasta el personal de limpieza pasando por marineros y oficiales.
Todos se esfuerzan por hacerte la travesía lo más amena posible.
El barco "Volcán de Tijarafe" fantastico. Desde aqui le enviamos un fuerte abrazo a Diana que siempre estuvo muy pendiente de que no nos faltara nada. Prometemos seguir haciendo viajes con Naviera Armas, el próximo a Africa.
Sin entrar en detalles porque este blog es dedicado a América, el viaje por Portugal fue maravilloso. Hicimos 3200 km en 7 días. Como verás no hubo mucho tiempo para estar parados.
Subimos por la costa Atlantica, siempre bordeando los impresionantes acantilados. Llegamos a Galicia y desde allí bajamos por el interior de Portugal. Solo pisamos suelo español en Ciudad Rodrigo (Salamanca), Cáceres y Badajoz.
La moto se portó muy bien en todo el viaje. No es una moto para autopistas, cosa que no me importa porque pocas voy a recorrer en Latinoamerica. Otro defecto que le encontré es que el viento le hace muchisimo daño. Se pone tan inestable que no te deja disfrutar de la conducción cuando sopla por un lateral. Al cruzar el nuevo puente de Lisboa, de 16 km de largo, de verdad que temi por mi vida debido a la fuerza del viento y lo que movía la moto.
Dentro de ciudades se mueve como pez en el agua, muy estable y maniobrable.
El GPS, que bautizamos como "Virginia", es imprescindible. Acostumbrarse a "ella" es como acostumbrarse al amor de tu vida....
Otro motivo por el cual terminé el viaje feliz es porque pude comprobar que soy capaz de realizar jornadas de 8 a 10 horas diarias de moto sin problemas. Nada tienen que ver las carreteras latinas con las europeas, pero tambien la velocidad que manteníamos en Portugal pocas veces bajaba de 120km/h, cosa impensable en el nuevo continente. Mis amigos me decían que yo no era "normal, que estaba hecho de otra pasta". Jamás me escucharon decir "tengo frio, tengo calor, estoy cansado...". Me sorprendía yo mismo la capacidad que tengo de evadirme de esas sensaciones cuando voy viajando. Incluso por dos veces estuve a punto de quedarme sin gasolina ya que me había olvidado de mirar el indicador...
Cerramos el viaje sin ningún incidente. Ya en el puerto esperando para subirnos al barco, un coche le dio por detrás a mi moto y la arrojó al suelo. Arañazos que el seguro cubrió perfectamente.
Para mis amigos fue su primera experiencia en moto fuera de nuestras islas. Quedaron tan maravillados que ya están pensando en el siguiente viaje a Grecia..... y yo pensando en Latinoamerica.